El zincado es un proceso de recubrimiento metálico que implica aplicar una capa de zinc a la superficie de un objeto de metal, generalmente acero, con el objetivo de proporcionar protección contra la corrosión. Este método es altamente efectivo debido a la capacidad del zinc para actuar como sacrificio anódico, lo que significa que el zinc se corroerá antes que el metal base, protegiendo así la integridad estructural del objeto.

• Protección contra la corrosión: El zinc forma una capa protectora que actúa como barrera entre el metal base y el entorno corrosivo, evitando la formación de óxido.
• Sacrificio anódico: El zinc se corroerá preferentemente en lugar del metal base, prolongando la vida útil del objeto recubierto.
• Durabilidad: El recubrimiento de zinc proporciona una capa resistente y duradera que mejora la longevidad del objeto.
• Versatilidad: El zincado se utiliza comúnmente en una variedad de industrias, desde la construcción hasta la fabricación de automóviles, debido a su versatilidad y eficacia.
• Facilidad de mantenimiento: El mantenimiento del zincado es mínimo, y en caso de daño, el zinc sigue protegiendo el metal base incluso en áreas desgastadas.

1. Preparación de la superficie: La pieza de metal se limpia y prepara adecuadamente, eliminando cualquier impureza que pueda afectar la adherencia del zinc.
2. Inmersión en solución de zinc: La pieza se sumerge en una solución de zinc fundido o en caliente, donde el zinc se adhiere a la superficie del metal.
3. Revestimiento: Después de la inmersión, la pieza se retira y se permite que el zinc se solidifique, formando una capa uniforme sobre la superficie.
4. Acabado: En algunos casos, se aplica un acabado adicional, como pasivación, para mejorar aún más la resistencia a la corrosión y proporcionar propiedades estéticas.

En PAIMEX, aplicamos estándares de calidad rigurosos para garantizar resultados duraderos y confiables en los recubrimientos de zincado que ofrecemos a nuestros clientes.